Dicen que los héroes sólo entiendéis la vida desde la lucha; desde el combate por sobreviviros sin pensar siquiera que la retirada es una ventajosa posibilidad. En tu caso fue desde el primer día y desde entonces no conoces ninguna época amable de armisticio. Te vistieron de niño guerrero para que luchases contra todos tus enemigos. Todos internos, desde tu fuero. Serán muchos los que seguirán sin entender cómo puede caber tanta fuerza y tanto latido de hierro en un cuerpo tan pequeño. Muchos más los que quieran robarte el secreto del deseo infinito para poder andar, llegar y no decaer. Tú solamente sigue. Así. Regalando una sonrisa de compensación a todo aquel que se rinda ante ti en honores. No vuelques la balanza que justo ahora se encuentra en casi perfecto equilibrio. Sabemos de un enemigo invisible que te cuesta trabajo ver. A cualquiera nos pasaría en tu caso. Se llama incompresión y es bastante escandalosa. Atemoriza a cualquiera en el silencio aprendido de los desarmados. Pero tú tranquilo que ya no es tu caso. Somos miles los que batallamos para que algún día vuelvas al lugar de donde nunca tuviste que irte: con los tuyos. Con esos otros pequeños héroes entre los que jugabas en tu reino de cuaderno y pizarra. Ése es mi deseo de Navidad para ti y tu familia. Estoy convencido de que el año que viene serás tú el que me conteste junto a tus compañeros de clase.
Con todo el cariño que cabe en este corazón de poeta imperfecto,
que te admira y quiere.
¡Feliz Navidad Aarón!
Todos los derechos reservados. Jesús Leirós 2011 © Publicado por Unknown en 30.12.11 9 comentarios