La Sala de Blas (Archidona, Málaga) inaugura desde hoy "Mater Dolorosa", una colectiva ambiciosa que brinda homenaje a la figura de la Virgen María como icono supremo de la cosmología del dolor sagrado. A través de treinta y siete artistas venidos desde todos los puntos de la geografía española se intenta plasmar una visión multidisciplinar, legitimizadora y original que la imagen de María y sus Siete Dolores sigue aportando al imaginario colectivo. Piezas, dibujos y pinturas componen esta singular propuesta de Francisco Javier Toro Martín, Blas, en su propia casa para todo aquel que quiera acercarse y visitarla.
"Teoría de una catástrofe" es una reflexión surrealista sobre los Siete Dolores del mundo femenino. Ésta aparece sin extremidades y embutida en una fresa, su sexo, que está siendo desabrochado por el símbolo de la masculinidad sin su consentimiento. Acribillada por dos frentes: el de la izquierda que corresponde al de la propia naturaleza por elegirla para ser quien deba sufrir el dolor para que otra vida nazca (así aparece representado a través de una tormenta de espermatozoides). A su derecha una bandada de flechas, cohetes, cuchillos y espadas representan el sometimiento que el hombre le ha impuesto a través de la cultura a lo largo de milenios.
En la parte superior izquierda se encuentran sus sueños cumplidos que como pájaros en pleno vuelo siguen distanciándola de su propia realidad. Como detalle, uno de los pájaros no es otra cosa que una pajarita de papel, que representa a los sueños idealistas, y es através de un globo y una mariposa (símbolo de la metamorfosis y renacimiento) como consigue elevar el vuelo.Ya en la parte derecha no son pájaros sino burbujas. Frágiles y etéreas, representan los sueños imposibles e inalcanzables que se rompen al menor improvisto, a la menor duda.
Con el corazón incompleto y ombligo en forma de nota musical (evocando a su origen divino), esta Mater Dolorosa ve cómo trece pequeños entes pretenden ayudarla e inmiscuirse en su intrahistoria. Unos para ayudarla: es el caso de los que se encuentran en su cabeza y en las burbujas. Ambos se esfuerzan por devolverle su virgnididad a través del icono femenino. Pero lejos de ayudarla, sólo consiguen resquebrajar su propio rostro, su propio autoconcepto. Como alegoría a la propia corriente surrealista, uno de los entes brinda su particular homenaje al citado movimiento sosteniendo una cometa e intentando comprender lo que ocurre delante suya: una cometa lleva como "cometa" a uno igual que él. En este juego, como en el amor, el amor de la Mater Dolorosa, nunca se sabe a ciencia cierta quién gana ni qué reglas son las que deben cumplirse para sobrevivir, para sobrevivirse.
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Unknown
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12.3.12